Muchas veces, el ser humano pasa por etapas en la vida en que su estado de ánimo puede reflejar connotaciones de lustre negativo, sin embargo, desde UNIMINUTO se pretende acompañar ese percance emocional con algunas actividades extracurriculares.
Estas actividades permiten conocer la espiritualidad de sus estudiantes, docentes y colaboradores, a través del fuego interior, una hoguera de amor que tanto pregonó San Juan Eudes.
El mes de mayo fue un período de encuentros pedagógicos en El Centro Regional Barranquilla, con el desarrollo de las actividades recreativas, formativas, de salud y empleabilidad que ejecutan de manera reiterativa las áreas de Pastoral e Identidad Misional, Asuntos Estudiantiles y Talento Humano, con el fin de brindar espacios dinámicos y de acompañamiento a su comunidad para fortalecer su estado emocional y espiritual.
En dichos encuentros, los estudiantes, colaboradores y docentes que participaron, contaron con la presencia y predica del Diácono Óscar Rodríguez, Coordinador Regional de la Pastoral en los Colegios Minuto de Dios, quien brindó unas claves para avivar el fuego interior: Lo primero, la actitud de encuentro, es decir, estar en disposición de acercarse al otro con amor para escucharlo; lo segundo, reafirmar esa vocación de servicio para brindar apoyo, y tercero, dejar una huella positiva en los demás a través de nuestras acciones.
"Esta jornada fue muy productiva, pues nosotros como organizadores llegamos muy expectantes. No sabíamos si iba a tener muy buena acogida y finalmente el desarrollo de estas actividades sobrepasó las expectativas, incluso el interés fue tan sobresaliente que muchos preguntaron cuando volveríamos a realizarlas", mencionó Fady Lacatt, profesional del área de Pastoral e Identidad Misional.
Fueron cuatro momentos los que subdividieron el encuentro lúdico-formativo. El primero fue una dinámica de saludo y reconocimiento para brindar confianza; el segundo, el acompañamiento de la oración; luego, el desarrollo de la conferencia, y, por último, la retroalimentación, que es la parte más importante de la jornada, donde se aprecia la puesta en práctica de lo que los participantes aprendieron a través de algunas actividades dinámicas.
Finalmente, los profesionales de las áreas organizadoras de estas actividades efectuaron un esquema evaluativo, cuyo fin fue identificar la cantidad de personas que se beneficiaron del proceso y saber qué tan satisfechos se sintieron tras ser partícipes activos de las mismas, esto a su vez, permite hacer una proyección sobre la importancia de realizar el acompañamiento de manera frecuente, siempre procurando el desarrollo íntegro de los miembros UNIMINUTO.
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